El Seminario es Mi Casa: «No os dejaré huérfanos»

Hoy, 17 de mayo y Domingo VI del tiempo de Pascua, Jesús nos quiere preparar para la próxima fiesta de Pentecostés, aunque aún faltan dos semanas y tenemos que seguir estudiando y trabajando a diario. Las lecturas de la misa de hoy hacen muchas referencias al Espíritu santo. Vamos a rezar con el Evangelio de según san Juan 14,15-21 para que Él nos envíe ese «otro Paráclito» y cumplir su promesa de que no nos deja huérfanos.

1-Somos cristianos, hombres y mujeres que seguimos a Cristo.

¿Qué es lo que nos da la seguridad de que realmente le amamos? Jesús nos dice hoy que guardemos sus mandamientos. Y sabemos muy bien que su mandamiento es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y a tu prójimo como a ti mismo”. Hoy Jesús nos promete el Espíritu Santo, que nos hará ver lo que tenemos que hacer para amar a Dios y a nuestro prójimo y que nos dará la fuerza para hacerlo. Pidamos a Jesús aquí presente que nos dé el Espíritu de ser fieles a su mandato.

2-Acto Penitencial

Estamos todavía muy lejos de amar a Dios con todo nuestro corazón y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Le pedimos al Señor que nos perdone.

Señor Jesús, si realmente te amamos, escucharemos al Espíritu que nos dice cómo amar y servir a Dios: R/ Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo Jesús, si realmente te amamos,dejaremos que el Espíritu nos guíe para idear nuevas formas de amar a los que nos rodean: R/ Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor Jesús, si realmente te amamos,dejaremos que el Espíritu nos inspire para asemejarnos más a ti: R/ Señor, te piedad de nosotros.

Ten misericordia de nosotros, Señor, y perdona nuestros pecados.Derrama tu Espíritu de luz sobre nosotros y llévanos a la vida eterna.

3-Oración

Padre de nuestro Señor Jesucristo:
Tu Hijo nos prometió
que no nos dejaría huérfanos.
Danos el Espíritu de la Verdad,
para que esté con nosotros y viva en nosotros
y así sepamos a dónde nos encaminamos;
y para que sigamos a Jesucristo
en el camino que conduce a ti y a los hermanos.
Que este Espíritu encienda en nosotros
el amor de Jesús,
para que hagamos visible y tangible a todos
la Buena Noticia de su amor..
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

4-¿Qué dice el texto?

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

5-Oración de los Fieles

Fieles al mandamiento de Jesús, que nos llama a amar a todos, unámonos en oración con el mismo Jesús nuestro Señor, y digámosle: R/ ¡Señor, danos tu Espíritu!

Para que reciban el Espíritu de fortaleza todos los que tienen que dar testimonio de la esperanza que está viva en nosotros, roguemos al Señor: R/ ¡Señor, danos tu Espíritu!

Para que reciban el Espíritu de poder los que son perseguidos por seguir el dictado de su conciencia y por vivir y defender su integridad, roguemos al Señor: R/ ¡Señor, danos tu Espíritu!

Para que reciban el Espíritu de luz los que todavía no conocen al Señor y los que dejan de seguirle, roguemos al Señor: R/ ¡Señor, danos tu Espíritu!

Para que reciban el Espíritu de amor los que quieren crecer en el amor de Dios y de los hermanos, roguemos al Señor: R/ ¡Señor, danos tu Espíritu!

Señor Jesús, derrama generosamente tu Santo Espíritu sobre nuestro mundo y sobre nuestra Iglesia. Que él nos conduzca hacia adelante con esperanza y nos ayude a construir contigo nuestro futuro, pues tú eres nuestro Dios y Señor por los siglos de los siglos.

6-Padre nuestro…

7-Oración

Padre de nuestro Señor Jesucristo:
Tu Hijo nos ha ayuda a diario con su palabra y su ánimo
y renueva nuestra esperanza con la venida del Espíritu.
Que este mismo Espíritu nos dé
las actitudes y mentalidad de Jesucristo,
para que demos testimonio, sin miedo,
de la presencia de tu Hijo entre nosotros.
Que él cree en nosotros
esperanza y amor sin condiciones ni fronteras.
Guárdanos alegres y libres
por la fuerza del sorprendente Espíritu
de Jesucristo nuestro Señor.